Carta abierta de un alcalde a sus comerciantes

Valencia-De-Don-Juan-Comercio-De-Proximidad

«Y seguiremos desarrollando acciones con el fin de apoyar la campaña de Navidad 2020. Y continuaremos trabajando para conseguir una Valencia de Don Juan de verano, pero también de invierno, que atraiga visitantes durante todos los meses del año y permita aplanar la caída de la actividad económica que se produce al finalizar el verano. Y seguiremos destinando recursos económicos del ayuntamiento en 2021 para ayudar a que ningún negocio se quede atrás.»

Valencia de Don Juan, 15 de noviembre de 2020

Fuera de toda duda está que os entiendo, os apoyo y comparto vuestra desazón ante la grave situación económica que está provocando la pandemia y los cierres de actividades que las administraciones, primero central y luego autonómica han venido decretando desde el mes de marzo. Entiendo perfectamente la sensación de que de repente una instancia superior te cierre tu negocio. Y lo entiendo porque en el año 2014 lo sufrí en carne propia, con la diferencia de que mi cierre duró cuatro largos años. También de un día para otro. Con un recurso ante el Tribunal Supremo por la aplicación retroactiva de una norma que cambiaba las reglas del juego a un sector de actividad en medio del partido, y de nada sirvió. Y como tantos otros me tocó reinventarme, volver a estudiar e iniciar dos nuevas andaduras profesionales. La diferencia es que en aquel momento ninguna administración salió en mi ayuda, ni para las nuevas actividades que inicié en esta localidad pude optar a ninguna línea de apoyo al emprendimiento. Como ninguna ayuda concedió tampoco nuestro Ayuntamiento en todo el período de duración de la crisis económica que azotó España entre 2008 y 2016.

El 8 de octubre finalizó el plazo para la presentación de solicitudes para la percepción de ayudas Covid convocadas para paliar los efectos que la pandemia está causando a autónomos, micro-pymes y vecinos especialmente vulnerables. Un mes después, el pasado viernes 13 de noviembre, el Ayuntamiento transfería a las cuentas designadas por los beneficiaros las primeras 89 ayudas por importe de 900 euros a aquellos perceptores cuyos expedientes estaban completos. Un total de 80.100 euros de los 200.000 destinados por el consistorio a aliviar las economías de nuestros vecinos.

Hoy, sin embargo, en el manifiesto leído en la concentración celebrada en la Plaza Mayor en defensa y apoyo a los trabajadores autónomos, se ha dicho que después de 8 meses con los negocios cerrados no se había visto ni un solo euro. Una frase tan llamativa como errónea y que tiene cierto calado cuando se dice delante de 300 personas, pues se ha metido en el mismo cajón de la inacción a Gobierno Central, Junta de Castilla y León, Diputación de León y Ayuntamiento de Valencia de Don Juan, y creo sinceramente que es necesario hacer una reflexión al respecto de esta cuestión y también refrescar qué ha venido haciendo el actual equipo de gobierno que presido en favor de los negocios de nuestra localidad.

Hace muchos años que buena parte del comercio local sufre los efectos de la estacionalización en sus ventas que se centran de una manera muy importante en los meses de verano, produciéndose una significativa caída de la actividad económica tras la finalización de las fiestas patronales a mediados de septiembre. Soy consciente de la necesidad de impulsar la desestacionalización de la actividad económica de nuestra ciudad e intentar “desviar” parte de las visitas que en verano se realizan exclusivamente a las pisicinas municipales hacia el centro del pueblo, y en ese sentido llevamos tiempo trabajando.

El verano de 2019 se puso en funcionamiento el bus turístico que gratuitamente permitía el desplazamiento entre piscinas y centro urbano a los visitantes de día solamente con presentar el ticket de entrada. Igualmente se puso a disposición de los comerciantes un expositor ubicado a la entrada de las piscinas en el que colocar la publicidad de todos aquellos negocios que lo desearan.

En la campaña navideña se puso en funcionamiento la pista de hielo natural que estuvo abierta desde el puente de la Constitución hasta el día de Reyes, con el fin de propiciar un aumento de la afluencia de visitantes a nuestra localidad. Hubiese sido, en mi opinión beneficiosa para todos alguna campaña por parte de los comerciantes locales aprovechando esta novedosa actividad; al menos la decisión de adornar o engalanar sus locales para potenciar la imagen navideña. Nada se hizo. Adicionalmente, se convocó un concurso abierto a los hosteleros locales para dotar a la plaza mayor de un puesto de cafés y bebidas calientes durante el período de funcionamiento de la pista de hielo. El Ayuntamiento ponía a su disposición una caseta de madera instalada, luz y agua, con un canon de únicamente 100 euros. Quedó desierto.

En el mes de febrero y convirtiendo en realidad un compromiso adquirido tras la edición anterior, tomé la decisión de acercar la feria al pueblo. El volumen de visitantes recorriendo sus calles durante ese fin de semana creo que está fuera de toda duda y no merece mayor comentario. Sí merece cierta reflexión que el concurso para dotar de bar a la feria instalada en el complejo La Isla quedase desierto y hubiera de recurrirse in extremis a contratarlo con una empresa foránea.

También, y por primera vez, se tomó la decisión de mantener los mercados semanales de los jueves en aquellas fechas coincidentes con días de fiesta, en lugar de celebrarlos los miércoles previos. Creo que la decisión fue acertada igualmente, a tenor del movimiento habido en el pueblo comparado con el de un miércoles de mercado.

Y llegamos a la tan dolorosa situación de la Covid-19, y como otros muchos ayuntamientos vemos necesario apoyar a nuestros vecinos para que nadie se quede atrás. Cada uno en proporción a sus posibilidades y recursos disponibles… o no. Porque ayuntamientos con un presupuesto bastante más elevado que el nuestro o con mucho mayor remanente de tesorería (y no daré nombres, porque no es procedente) ni se han acercado a las cifras destinadas por el nuestro.

Lamentablemente los trámites administrativos que envuelven la actividad de las administraciones públicas en ocasiones son lentos y farragosos. Bueno es conocerlos para, al menos, saber por qué las cosas no ocurren cuando a uno le gustaría que ocurriesen. En el Pleno del 19 de mayo se aprobó transferir 200.000 euros desde las partidas de Ferias y Fiestas, fundamentalmente, a una partida específica del presupuesto municipal para dotar de consignación presupuestaria estas ayudas. Si no existiera esa partida dotada con esos fondos, no se podrían publicar las bases de las ayudas. Este acuerdo, después de aprobarse, tiene que ser publicado en el BOP y someterse a información pública por período de 15 días hábiles que, tras la interrupción de plazos administrativos provocada por la pandemia, finalizaron el 19 de junio. Además, es necesario obtener la autorización de la Junta de Castilla y León para ejercer lo que se llama una competencia impropia, es decir, conceder subvenciones en las que en teoría el órgano concedente es la Comunidad Autónoma. Esta solicitud, junto con las bases de las ayudas se enviaron el 22 de junio y la respuesta de la Junta de Castilla y León se obtuvo el 3 de agosto. El 12 de agosto, la Junta requiere que se presente solicitud de un segundo informe (que se ha de solicitar tras la emisión del primero) sobre la capacidad financiera del Ayuntamiento para ejercer esta competencia impropia. Dado que el plazo de emisión de este segundo informe era de 3 meses a partir de su solicitud, y para no demorar aún más la publicación de las bases de las ayudas, se lleva al Pleno del 31 de agosto la aprobación de las citadas bases. Y a partir de ahí, el plazo para solicitudes y la resolución de las ayudas.

Sé que puede resultar tediosa la lectura de todos estos procedimientos, plazos y órganos involucrados, pero necesaria para comprender el porqué de las cosas, porque todo o casi todo en esta vida tiene un porqué.

No debemos olvidarnos tampoco de la exención del pago de la tasa por ocupación de vía pública a las terrazas del municipio y la flexibilización en el control de la superficie ocupada, que sin duda han ayudado a la hostelería durante los meses de verano e indirectamente al resto de los comercios al propiciar mayor tránsito de gente en el pueblo.

Y paralelamente continuamos trabajando con el fin de apoyar a nuestros negocios. Lanzamos en octubre los trabajos para la puesta en circulación miles de tarjetas postales que promocionen en la provincia y fuera de ella nuestro Ocio y nuestro Comercio, y desarrollamos la web que gratuitamente albergará y servirá de escaparate a todos aquellos negocios que lo deseen.

Y destinamos parte del presupuesto en medios escritos de comunicación para promover el consumo en el comercio local.

Y seguiremos desarrollando acciones con el fin de apoyar la campaña de Navidad 2020.

Y continuaremos trabajando para conseguir una Valencia de Don Juan de verano, pero también de invierno, que atraiga visitantes durante todos los meses del año y permita aplanar la caída de la actividad económica que se produce al finalizar el verano.

Y seguiremos destinando recursos económicos del ayuntamiento en 2021 para ayudar a que ningún negocio se quede atrás.

A cambio, solamente pido dos cosas: comprensión cuando las acciones no son efectivas tan rápido como a todos nos gustaría, y un poquito, tan solo un poquito de reconocimiento, que no agradecimiento, porque como bien se decía hoy en la concentración, esto no es cuestión de colores.

Juan Pablo Regadera

Vuestro alcalde.