Museos coyantinos “YoMeQuedoEnCasa”: Barril de Mimbre

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Pieza: BARRIL DE MIMBRE

 

Lugar de origen: Villamañán

Cronología:Mediados del siglo XX

Conservado en: Colección de Rubén Roldán Caballero

Exposición Temporal LABRANDO PASADO (ExpoCoyanza)

 

No hablamos hoy de un apero propiamente dicho, pero sí de un objeto necesario para desempeñar las labores del campo: la cantimplora o barril. A nadie le extrañará saber que pasar tantas horas fuera de casa o del núcleo poblado, hacía necesario aprovisionarse de bebida para saciar la sed de vez en cuando.

Principalmente durante las cosechas, pero también en otras labores agrícolas, se usaba el llamado “barril de siega” o de mimbre, por el material con el que está realizado. También lo podemos denominar cantimplora. Los había de distinto tamaño, en función de la capacidad de líquido (agua o vino) que almacenasen. En este caso, el que observamos es bastante pequeño, por lo que era el que el labrador llevaba encima: el peso justo y necesario.

Estos barriles son muy característicos y llamativos. Tienen una forma cilíndrica, formándose por dos círculos y un anillo central de mayor o menor anchura o diámetro en función de su tamaño. Normalmente tienen unas patas o base para apoyarlo, al lado opuesto de la boca, la cual se cerraba con tapón de madera o corcho. Llevan también una correa de cuero para llevarlo colgado de un hombro.

Se realizaban mediante un delicado trabajo de cestería, utilizando la mimbre como principal y casi único elemento. En Valdevimbre se menciona su realización con paja de centeno, pero consideramos que este ejemplar de Villamañán y los más comunes de la zona eran de mimbre, pues las mimbreras o paleras eran muy habituales en la ribera del Esla (por ejemplo, en Valencia de Don Juan se documenta desde al menos el siglo XVIII el llamado “Soto de las Mimbres”, donde actualmente se ubican las piscinas municipales).

Dado que su función era guardar líquido, el interior del barril se impermeabilizaba con pez, sustancia resinosa oscura que se empleaba también para calafatear los barcos. La pez al calentarse se licuaba, por lo que podía introducirse en el barril y repartirse para formar una capa impermeable en el vientre. Previamente, el exterior del barril se había dado de barro para cerrar así los huecos y evitar que se saliese la pez líquida al meterla. Una vez fría y endurecida la pez del interior, se retiraba la costra exterior de arcilla con agua.

Sobre la labor artesana para realizar estos barriles utilizando la milenaria técnica de la cestería en espiral, existe un magnífico vídeo de apenas 11 minutos grabado en la localidad de Sardonedo (León), en la ribera del Órbigo. A continuación, ponemos un enlace a dicho documental que alguien subió a Facebook, para que podáis ver el maravilloso trabajo del mimbre que todavía realiza Isidro García, uno de los últimos barrileros leoneses, creando estos bellos y prácticos barriles.

https://www.facebook.com/castor.g.ovies/videos/1092694535280/